19 noviembre, 2020
La pandemia del coronavirus ha propiciado una crisis sin precedentes cuyos estragos económicos y sociales sólo empiezan a adivinarse en un panorama incierto. La gran mayoría de las empresas han visto caer su productividad y con ella la rentabilidad económica y financiera, lo que sitúa a prácticamente todas ellas a tratar de mantenerse capitalizadas y controlar que las necesidades financieras no se disparen.
Cuando los ingresos inmediatos no son suficientes para compensar los gastos asociados a la operativa diaria, la gestión del ciclo del circulante y de la posición de tesorería asegura la supervivencia de la empresa. Y uno de los aspectos que más beneficia la gestión del corto plazo es la capacidad de generar recursos líquidos.
Muchas empresas y, en especial las Pymes, se van a encontrar en los próximos meses con problemas de índole diversa, pero en especial debido a los períodos de parón de actividad que implican un descenso del nivel de facturación, propiciando problemas de caja. Sin embargo, los gastos fijos, pese a algunos mecanismos facilitadores impulsados por los gobiernos, siguen pendientes de pago y eso se suma a que los bancos han implementado políticas de riesgo más restrictivas.
En este marco el principal instrumento de financiación es el factoring o financiación de facturas, una solución que conecta a las empresas con la financiación necesaria para cubrir los gastos operativos.
Como siempre decimos en Sistema eFactura, el proceso de financiación está totalmente desacoplado del proceso de facturación. Y con este servicio pretendemos hacer la vida más fácil a las Pymes españolas y adaptarnos a sus necesidades al diversificar la procedencia de la financiación más allá de avales del ICO y préstamos. La velocidad de este servicio contrasta de forma clara con los procesos bancarios, además de que éstos son más globales respecto a la posibilidad individualizada de financiar facturas electrónicas.
A una Pyme puede interesarle por igual utilizar la financiación de facturas tanto si trabaja con clientes que son principalmente grandes empresas como si se trata de otras Pymes o incluso del sector público, teniendo en cuenta que las dificultades actuales son de carácter estructural y una de las consecuencias que ya se está viendo es que se han alargado los plazos de pago.
Así, con Sistema eFactura es posible anticipar el pago de las facturas en el momento de su generación, lo que permite dotar de liquidez a las Pymes además de beneficios añadidos como mejorar las ratios de solvencia o disminuir los costes administrativos que se desprenden de otras vías de financiación.
Además, cualquier gestión se puede realizar de forma online, lo que facilita el trámite en un momento como el actual, donde las restricciones a la movilidad y el teletrabajo han pasado a formar parte de nuestro día a día. En este sentido, la agilidad y seguridad del proceso son tan importantes como la propia garantía de liquidez.
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